Cuando un niño entrena artes marciales es generalmente un niño con confianza en si mismo. Gracias al entrenamiento y al sistema de cinturones los niños tienen metas a alcanzar y ello les ayuda a motivarse y aprender a esforzarse. La satisfacción por obtener un nuevo cinturón les acompaña siempre, reforzando su autoestima.
- Mejora la coordinación psicomotriz.
- Desarrolla las destrezas, los reflejos y las reacciones.
- Descarga energía.
- Enseña educación, disciplina y respeto a todo el que nos rodea.
- Favorece el aumento de la concentración.
- Ayuda al niño a conocerse más y controlarse a sí mismo.
- Enseña valores fundamentales como la tolerancia y la responsabilidad.
- Genera la confianza de los niños en sí mismos.
- Desarrolla la fuerza, el equilibrio, la velocidad y la flexibilidad.
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